Mon, Sep 16, 2024
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Este rubro alimenticio ha dado importantes pasos hacia la sostenibilidad, enfocándose en la optimización del uso de recursos naturales.
Con la implementación de prácticas sostenibles no solo contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también disminuye el consumo de agua y reduce los costos de producción.
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el consumo mundial de carne de aves se quintuplicó entre 1960 y 2017, aumentando de 9 a 122 millones de toneladas.
Este crecimiento en la demanda de carne de aves ha impulsado a la industria avícola a nivel global a mejorar y optimizar sus sistemas productivos, con el objetivo de incrementar la producción de carne y huevos, al mismo tiempo que se alinean con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para minimizar el impacto ambiental.
El uso de energía solar y la gestión eficiente del agua son factores clave en estas iniciativas. La energía solar se ha convertido en una fuente renovable cada vez más utilizada, gracias a la instalación de paneles solares en muchas granjas avícolas.
Al mismo tiempo, la reducción en el consumo de agua se ha optimizado mediante sistemas de riego por goteo, ajustándose a las normativas que protegen los recursos naturales y minimizando el desperdicio.
Asimismo, la FAO destaca que los alimentos de origen animal, como las aves, son una herramienta crucial en la lucha contra la desnutrición, ya que proporcionan una fuente de proteínas de alta calidad y bajo costo.
En este sentido, muchas granjas avícolas y agrícolas han adoptado prácticas más sostenibles para generar menos gases de efecto invernadero, además de invertir en tecnologías que reducen al máximo el uso del agua.
Algunas empresas del sector cuentan con instalaciones cerradas y de ambiente controlado, lo que permite una mayor eficiencia en la calefacción, ventilación, iluminación y refrigeración. Estos sistemas también contribuyen a un mejor manejo de los recursos energéticos e hidráulicos.
En cuanto al suministro de alimentos y agua para los animales, los equipos y maquinaria modernos permiten una gestión precisa de las cantidades, evitando desperdicios o posibles carencias en la alimentación de las aves. Esto asegura una producción más eficiente y alineada con los principios de sostenibilidad.
Por otra parte, el manejo del agua a través de sistemas automáticos ha permitido reducir el desperdicio y minimizar los problemas relacionados con el exceso de humedad en las camas de los animales, lo que ayuda a prevenir enfermedades y mejorar su bienestar.
De esta manera, la industria avícola asume un fuerte compromiso socioambiental, generando ecosistemas más limpios y sostenibles, y dejando una huella verde al planeta.