Avícola Salvadoreña promueve la seguridad alimentaria con prácticas sostenibles.

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Avícola Salvadoreña ha tomado la delantera en la promoción de la seguridad alimentaria a través de la innovación y las buenas prácticas medioambientales, garantizando la alimentación de la población sin comprometer los recursos del país.

Sus granjas sostenibles son una pieza clave en el esfuerzo por cubrir la demanda de proteínas, específicamente carne de pollo, mientras se protege la salud nutricional de la población.

Un ejemplo destacado de estos esfuerzos es el proyecto “Granja Suchitlán”, ubicado en el distrito de Suchitoto, municipio de Cuscatlán Norte, cuyo objetivo es fortalecer la seguridad y soberanía alimentaria del país.

Avícola Salvadoreña, comprometida con el medio ambiente y cumpliendo con todas las normativas vigentes, garantiza la disponibilidad de carne de pollo de alta calidad y accesible para los salvadoreños.

La Granja Suchitlán, como todas las granjas de la empresa, opera de manera responsable y sostenible, respetando los recursos naturales y siguiendo las mejores prácticas medioambientales exigidas por las entidades regulatorias.

La empresa se destaca por su responsabilidad operativa y el respeto al medio ambiente, implementando una producción sostenible que incluye el consumo eficiente de agua y energía, así como la reducción de emisiones de CO2 en sus granjas.

“Somos una empresa de primer nivel, parte de un grupo con una larga trayectoria en la industria de alimentos, con políticas, protocolos y manuales de gestión de recursos que hacen nuestros procesos eficientes y sostenibles”, sostiene Guillermo Barrera, gerente de gestión ambiental.

Barrera añade que Avícola Salvadoreña está comprometida con el cuidado del planeta y la seguridad alimentaria de El Salvador, además de ser una fuente generadora de empleo y desarrollo sostenible.

Además, la Granja Suchitlán impulsa el desarrollo local en Suchitoto: ha generado más de 150 empleos durante la etapa de construcción, así como otros empleos temporales durante la operación y cosecha de pollo, siete veces al año, dinamizando así la economía del distrito.

Adicionalmente, junto con la granja, se desarrollan proyectos de impacto social en la zona, enfocados en educación, juventud y medio ambiente.

Avícola Salvadoreña sigue demostrando que las prácticas sostenibles y la innovación son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria y proteger el medio ambiente, beneficiando tanto a la población como al entorno natural.