Sostenibilidad, el gran reto de la avicultura

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Cada día son más las granjas que implementan medidas permanentes para disminuir la huella ecológica.

Los efectos negativos del cambio climático amenazan de forma constante la armonía con el medio ambiente y el sector de la avicultura se suma a los esfuerzos para minimizar los daños a los recursos naturales.

En el Salvador, este rubro genera alrededor de 80.000 empleos directos e indirectos, micro, pequeños, medianos y grandes productores que se dedican a la crianza de aves.

Además, las autoridades de la Superintendencia de la Competencia registran cerca de 621 granjas avícolas, de estas un 64 % se dedica a la producción de huevos, otras a la carne de pollo y crianza.

Por otra parte, la demanda tanto de huevo como carne de pollo ha crecido en los últimos años y la agroindustria de este rubro ha adoptado la sostenibilidad dentro de los procesos.

Esto ha llevado a la agroindustria a la implementación de diversas prácticas con un enfoque sostenible para garantizar el uso limitado de los recursos naturales y la seguridad alimentaria de la población

Otros de los principales objetivos de este cambio en los procesos ha sido optimizar sus prácticas de manera responsable con el fin de aportar a las metas del país en materia de carbono neutralidad y a la gestión del cambio climático.

Sobre esto último, las granjas de pollos como la Avícola Campestre cuentan 3.424 paneles solares en 6.500 metros de techos existentes, lo que los hace autosostenibles en el consumo de energía, ya que generan una potencia de 1.000 kilowatts, capaces de producir 1.700 mega watts por hora de energía en un año (kWp).

De igual manera, la avícola Brazo que opera con biogás, obtenido de las aguas residuales, estiércol del ganado y de los galpones aviares es otro ejemplo de sostenibilidad de las granjas salvadoreñas comprometidas con el equilibrio del medio ambiente.

De este modo, la agroindustria alinea su producción a los 17 Objetivos Mundiales de Desarrollo Sostenible establecidos por las Naciones Unidas en 2016, como son los de “Hambre cero”, “Buena salud y bienestar” y “Trabajo decente y crecimiento económico”.